jueves, 6 de enero de 2011

Reinicio / spider

Todo lo perdí. El trabajo de más de diez noches, que iba a darme de comer todo el mes. La netbook donde lo había tecleado, comprada con tantos esfuerzos con mi miserable sueldo de capturista. Las nubes grises fosforecían cubriendo la luna, recordándome las voces adultas de años atrás, llenas de razón.

"No vas a ser nadie".

Ya, si seguía aguantando las ganas de gastarme el poco dinero que tenía en el alcohol y tabaco que todos los de mi edad tenían de sobra, y me pagaba la universidad, o si hubiera sacado buenas calificaciones y hubiera ganado una beca. Pero quería lo que querían todos: disfrutar la vida y correr tras mis sueños. Después de un semestre estudiando Ingeniería en Sistemas, comiendo mal y fotocopiando libros caros, lo dejé todo, y busqué trabajo. De periodista, de escritor, y después, de lo que fuera. Nadie me contrataba. Querían alguien que hubiera estudiado una carrera.

Delante de mí, la carretera vacía. A mis espaldas, el fuego. Irónicamente, el auto que conducían los que me asaltaron se volcó al chocar con mi motocicleta estacionada, y ellos perdieron mucho más que yo. Yo perdí todas mis posesiones terrenas, cargadas en la bolsa que llevaba. Ellos, según escuché, deben haber perdido varios miles de pesos, y algunas "grapas". Y la vida.

Seguí caminando por la orilla de la carretera, abatido, preguntándome a quién le había ido peor. No me quedaba nada.

Movido por cualquier instinto, alcé mis brazos, intentando llamar la atención, cuando divisé los faros de un vehículo acercarse hacia mí. Ya no me importaba quién podía ser: no tenía ya nada que pudieran quitarme. Nada qué ofrecer. Nada que perder.

El vidrio del Chevy '57 descendió y me así a él con mis últimas fuerzas. Un par de gruesos labios carnosos me sonrieron. Lo último que recordé antes de despertar bajo las luces del amanecer en el asiento del copiloto, fue el trago que le dí a la botella de agua, más fría que el viento de madrugada.

"Es más que una buena historia, Pedro," me dijo Sophie con su acento francés, horas más tarde, cuando llegamos a su departamento de estudiante de intercambio. "Y dejaste todo en México para venir a Londres. Y conseguiste un empleo. Me encanta México. Siempre quise tener algo con un Mexicano..."

La luna volvió a verme aquella noche, pero la rueda del azar había girado, no en mi contra, después de todo, sino a mi favor. Desperté desnudo en sus brazos, después de horas de hacer el amor con intensidad. Me hizo prometer que empezaría a escribir la historia de mi vida, ya que sus padres, ambos editores, se habían interesado en ella. Incluso me habían ofrecido un adelanto, con el que hubiera pagado la renta de un estudio, si lo hubiera necesitado. Pero no fue así: me quedé, no solamente esa noche, sino muchas más, junto a ella. Noche, nubes, luna, fuego, y Sophie. Trajeron a mí un nuevo comienzo. Y mientras los tuviera conmigo, no necesitaba nada más en el mundo.

domingo, 4 de julio de 2010

veía todo el decorado / spider

Esperé este día con tanta ilusión y ahora que al fin ha llegado, el sueño se ha tornado un trip de Robitussin.

El pasillo, como la proverbial pesadilla, es largo, sólo que este huele a rosas, de esas que te venden a precio de oro porque saben que te casas, y como se marchitan al día siguiente, pues hasta ridículo resulta el gasto. Hago una nota mental con encabezado de alarma: no debería pensar con tal cinismo el día de mi boda. Pero el caso es que cuando Raúl, que me espera unos metros más allá, pareciendo el ya tan cacareado príncipe, me sonríe, me cae un veinte del tamaño del mundo.

Esto es lo que quería, pero esto no es lo que quiero. Ahí está: quería el vestido, las flores, el novio, la envidia de las amigas, el vals y los platillos caros, pero no quiero lo que sigue. No quiero los domingos de hueva en la casa de los suegros. No quiero la panza inflada, el baby shower, la sucesión de fiestas infantiles, las horas esperando como tarada a que regrese él del trabajo, batallando con la casa llena de güercos. Quiero un shot de tequila. Quiero abrir un Chivas y ponerme hasta atrás. Quiero pintar aunque me muera de hambre. Quiero a Laurent aunque siempre parezca que nada más la mitad de él está conmigo.

Ahora se me quedan viendo raro. No saben de qué me río. Me río de ustedes, que tienen esto porque quieren, y ahí seguirán, ad secula seculorum. Volteo a donde están mis amigas, las miro, y me coloco de espaldas, y sin que nadie lo espere, les aviento el ramo. Que lo pesque la que más lo necesite. Yo me voy.

Me doy la vuelta y salgo corriendo para pescar un taxi. Laurent está de DJ. A ver como le cae que se le aparezca una novia para decirle que agarre su carcacha para pelarnos de aquí, como alma que lleva el diablo.

jueves, 3 de junio de 2010

Desde la lona / coatl

En la  de la vecindad de la calle moneda, en pleno centro histórico de la ciudad de México,existe un cuarto la guarida, ahi en el fondo, cuyas paredes habían sido decoradas  incendios pasados, oasis perfecto de personajes cotidianos, entre aromas de hacinamiento, garnachas, y un suave sabor de cerveza clandestina. 


Sentados alrededor del viejo refri, una doña amable nos proveía de chelas, entre conversaciones de conservación del patrimonio y la ultima vieja que salio en la tele, pasaban las guamas y se hacian nuevos amigos.Un viejo que habia convertido la vieja cubeta de pintura en trono, interrumpio el murmullo de las conversaciónes:


Señores, Yo soy CAGUAMAN.

Quizá en cualquier cantina, esto pasaría desapercibido con carcajadas incrédulas, pero ahí, en uno de los corazónes de la clandestinidad mexicana, mientras el señor con la camiseta de pinturas COMEX sostenía su corona familiar con la mano derecha, no podía ser tomado a broma.

CAGUAMAN.... con ese nombre, respetable héroe mexicano podía ser verdadero... caguamancontralasmomiasdeguanajuato, caguamancontralostigresdelnorte, caguaman, caguaman. ¿vs el hijo del santo? ¿Podía CAGUAMAN, cuyo poder se basara en el elixir dorado, acabar con el júnior que destruyo mi fe en los héroes mexicanos? Podía ser... podia ser... mi ensoñación crecia mientras la filita de las cervezas se formaba sobre el piso, era suficiente contar los envases vacios alrededor de uno para saber de a cuanto tocaba la penitencia... 

¡Salud por caguaman! y levanté el envase en honor a respetable héroe... un buen dia el júnior del santo veria a sus tropas de mercadishing destrozadas por los verdaderos héroes callejeros.

¡Salud por Caguaman!  y empezamos a escuchar las ultimas hazañas.

¡Caguaman, ahi viene tu vieja!, Alerto la doña, que como buena asistente, detectaba a la kriptonita de  penas tocaba la gran plancha. 

¡Pues que se espere! dijo con voz de mando, el silencio respetuoso dejo espacio para darle otro trago a la botella, mientras esperabamos la llegada del nemesis mencionado.

¡Es un cabrón! se escucho en los pasillos y la señora de caguaman entro al recinto con su caracteristica mirada amenazante, dispuesta a todo, su presencia avasalladora hizo un silencio, y tiró su primer golpe, directo a la cara mientras gritaba:  condenado, te dije que solo una, que no me tardaba a lo que nuestro caguaman habilmente respondío colocando una defensa alta con el brazo izquierdo, mientras su brazo derecho levanta la caguama, respondiendo: ¡pos vieja es solo una!. No había arma mas letal que la bolsa del mandado que la señora manejaba como cualquier nun-chuck ninja, en segundos, atestó dos bolsasos mas para luego salir y seguir el drama fuera del cuarto, donde compungida esperaba la comadre.
Viejas... miren nomas, uno que las trata bien y no se vale que lo traten asi a uno...  fueron las primeras palabras que rompieron el silencio respetuoso que el lugar habia guardado. dio un ultimo trago y depositó el cetro que ahora era un envace vacio mas. incomodos, los espectadores desviaron la mirada. 
Caguaman entendió el silencio y levanto la mano despidiéndose, recibiendo como respuesta varias cervezas en alto y varias miradas compasivas. 

Te salvaste esta vez hijo del santo...

Puercos/ SAbina

Puercos callense! les dije a todos los que me miraban y hablan de mi después de saber toda la historia.Dejen de cuchichear porque no me interesa lo que digan. Cometí muchas indiscreciones lo sé, pero eso no es razón para que puedan hablar de mi...
Puercos callense! que simplemente es una historia que no pueden comprender.