domingo, 4 de julio de 2010

veía todo el decorado / spider

Esperé este día con tanta ilusión y ahora que al fin ha llegado, el sueño se ha tornado un trip de Robitussin.

El pasillo, como la proverbial pesadilla, es largo, sólo que este huele a rosas, de esas que te venden a precio de oro porque saben que te casas, y como se marchitan al día siguiente, pues hasta ridículo resulta el gasto. Hago una nota mental con encabezado de alarma: no debería pensar con tal cinismo el día de mi boda. Pero el caso es que cuando Raúl, que me espera unos metros más allá, pareciendo el ya tan cacareado príncipe, me sonríe, me cae un veinte del tamaño del mundo.

Esto es lo que quería, pero esto no es lo que quiero. Ahí está: quería el vestido, las flores, el novio, la envidia de las amigas, el vals y los platillos caros, pero no quiero lo que sigue. No quiero los domingos de hueva en la casa de los suegros. No quiero la panza inflada, el baby shower, la sucesión de fiestas infantiles, las horas esperando como tarada a que regrese él del trabajo, batallando con la casa llena de güercos. Quiero un shot de tequila. Quiero abrir un Chivas y ponerme hasta atrás. Quiero pintar aunque me muera de hambre. Quiero a Laurent aunque siempre parezca que nada más la mitad de él está conmigo.

Ahora se me quedan viendo raro. No saben de qué me río. Me río de ustedes, que tienen esto porque quieren, y ahí seguirán, ad secula seculorum. Volteo a donde están mis amigas, las miro, y me coloco de espaldas, y sin que nadie lo espere, les aviento el ramo. Que lo pesque la que más lo necesite. Yo me voy.

Me doy la vuelta y salgo corriendo para pescar un taxi. Laurent está de DJ. A ver como le cae que se le aparezca una novia para decirle que agarre su carcacha para pelarnos de aquí, como alma que lleva el diablo.

jueves, 3 de junio de 2010

Desde la lona / coatl

En la  de la vecindad de la calle moneda, en pleno centro histórico de la ciudad de México,existe un cuarto la guarida, ahi en el fondo, cuyas paredes habían sido decoradas  incendios pasados, oasis perfecto de personajes cotidianos, entre aromas de hacinamiento, garnachas, y un suave sabor de cerveza clandestina. 


Sentados alrededor del viejo refri, una doña amable nos proveía de chelas, entre conversaciones de conservación del patrimonio y la ultima vieja que salio en la tele, pasaban las guamas y se hacian nuevos amigos.Un viejo que habia convertido la vieja cubeta de pintura en trono, interrumpio el murmullo de las conversaciónes:


Señores, Yo soy CAGUAMAN.

Quizá en cualquier cantina, esto pasaría desapercibido con carcajadas incrédulas, pero ahí, en uno de los corazónes de la clandestinidad mexicana, mientras el señor con la camiseta de pinturas COMEX sostenía su corona familiar con la mano derecha, no podía ser tomado a broma.

CAGUAMAN.... con ese nombre, respetable héroe mexicano podía ser verdadero... caguamancontralasmomiasdeguanajuato, caguamancontralostigresdelnorte, caguaman, caguaman. ¿vs el hijo del santo? ¿Podía CAGUAMAN, cuyo poder se basara en el elixir dorado, acabar con el júnior que destruyo mi fe en los héroes mexicanos? Podía ser... podia ser... mi ensoñación crecia mientras la filita de las cervezas se formaba sobre el piso, era suficiente contar los envases vacios alrededor de uno para saber de a cuanto tocaba la penitencia... 

¡Salud por caguaman! y levanté el envase en honor a respetable héroe... un buen dia el júnior del santo veria a sus tropas de mercadishing destrozadas por los verdaderos héroes callejeros.

¡Salud por Caguaman!  y empezamos a escuchar las ultimas hazañas.

¡Caguaman, ahi viene tu vieja!, Alerto la doña, que como buena asistente, detectaba a la kriptonita de  penas tocaba la gran plancha. 

¡Pues que se espere! dijo con voz de mando, el silencio respetuoso dejo espacio para darle otro trago a la botella, mientras esperabamos la llegada del nemesis mencionado.

¡Es un cabrón! se escucho en los pasillos y la señora de caguaman entro al recinto con su caracteristica mirada amenazante, dispuesta a todo, su presencia avasalladora hizo un silencio, y tiró su primer golpe, directo a la cara mientras gritaba:  condenado, te dije que solo una, que no me tardaba a lo que nuestro caguaman habilmente respondío colocando una defensa alta con el brazo izquierdo, mientras su brazo derecho levanta la caguama, respondiendo: ¡pos vieja es solo una!. No había arma mas letal que la bolsa del mandado que la señora manejaba como cualquier nun-chuck ninja, en segundos, atestó dos bolsasos mas para luego salir y seguir el drama fuera del cuarto, donde compungida esperaba la comadre.
Viejas... miren nomas, uno que las trata bien y no se vale que lo traten asi a uno...  fueron las primeras palabras que rompieron el silencio respetuoso que el lugar habia guardado. dio un ultimo trago y depositó el cetro que ahora era un envace vacio mas. incomodos, los espectadores desviaron la mirada. 
Caguaman entendió el silencio y levanto la mano despidiéndose, recibiendo como respuesta varias cervezas en alto y varias miradas compasivas. 

Te salvaste esta vez hijo del santo...

Puercos/ SAbina

Puercos callense! les dije a todos los que me miraban y hablan de mi después de saber toda la historia.Dejen de cuchichear porque no me interesa lo que digan. Cometí muchas indiscreciones lo sé, pero eso no es razón para que puedan hablar de mi...
Puercos callense! que simplemente es una historia que no pueden comprender.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Empuje / Ricardo del Billar

¡ORA! ¡NO EMPUJEN NI JALEN QUE DESCOBIJAN!

Los perros ladran desde antes de las ocho. Los perros me empujan fuera de la cama, los pinches ladridos no me dejan dormir más. Abrazo a Rockthislife para que no se vaya; porque ella tiene que pararse y llevar a miar al parque que está cerca de la casa a sus hijos. Veo las enormes nalgas de Rockthislife andando por el pasillo, en dirección a pipí pipí, como ella le llama al baño. Regresa para ponerse el pants, la sudadera y los tenis. Baja y los ladridos dejan de escucharse porque ya ha salido. El despertador dentro del ropero comienza a sonar. Me paro, lo apago y me vuelvo a echar. La luz del amanecer entra por los espacios entre las persianas. El sueño se ha esfumado. Salgo de la cama. Miro hacia mis bolas, me doy cuenta de que estoy desnudo. El bóxer sigue donde recuerdo que lo dejé; en la esquina derecha de la cabecera. Soy zurdo, pero no puedo dormir del lado izquierdo de la cama, duermo mal, no tiene nada que ver con que soy zurdo, pero es extraño. Como por ejemplo, ayer me di cuenta que no puedo sujetar bien la llave y abrir la puerta con la izquierda; así como sé que jalármela con la derecha me es más placentero; mi teoría es que, como la derecha no está tan acostumbrada al contacto, se siente más rico. Me pongo el bóxer, las sandalias y la vieja camisa polo azul de mi ex empleo. Camino por el pasillo y bajo las escaleras con estas piernas llenas de sangre todavía dormida. Entro a la cocina, necesito algo más que me arrastre; me acerco a la máquina del café. Vaso, garrafón, agua, máquina, cacharro ese, café, máquina, encender. Hoy es día de clase. Hoy es día de empujar las ideas y meter los sesos en una máquina de moler carne, y de que por lo menos una, de todas esas tiras de carne se convierta en una buena idea. Escucho el tintineo de las llaves afuera, me paro en la sala sin sala; es Rockthislife entrando con Bolillo y Moyo. ¡¿Ya te levantaste, güevoncito?! Rockthislife es mi mayor empuje.

Empuje/ Sabina

Empuje, empuje y empuje para que te fueras al mismo infierno. Empuje y empuje y nada que te ibas...Empuje y empuje y pasó. Tuviste un orgasmo y me quedé mirándote. Estabas tirada a lado de mi, muy tirada por cierto... Linda noche, lo mejor: Sexo claro y explícito.
Quien dijo que el sexo sólo es bueno cuando es romántico, no ha estado contigo ( sonreí plácidamente) Me iré por la mañana.
No te gusta que los vecinos te vean conmigo tan temprano, no vayan a decir que somos "un algo" muy oficial.
No te interesa explicar que somos solamente el orgasmo de una noche, la banalidad de una plática de cigarrillo, el desayuno de algún día y la ilusión extraviada. Que bien, me gusta dormir empiernado y atado a tu cuerpo, sin estar en realidad atado a ti

viernes, 7 de mayo de 2010

Tema de la semana

"EMPUJE"

Desde la Lona / Fafahrd

¡PLAF!

Me elevo desde la lona, desorientado. Se emborronan las imágenes mientras mi cuerpo adivina hacia donde va la gravedad, un cornisa, cielo, luces, un carro de bomberos, la física me arrastra de vuelta a la lona.

¡PLOF!

Mi cuerpo rebota menos, mi mente sale disparada.

¡ZUM!

Me veo desde lejos, los paramédicos revisándome con la camilla dispuesta, mi mirada se ve distorsionada alla abajo. Veo la cornisa donde hice un malabar de más y el rastro de miedo que deje al caer, ya se va disolviendo con la brisa.

Jugué al héroe y perdí; jugué al villano y fracasé, jugué al miedo y caí... Jugue al juglar y perdí, jugué al juglar y gané... jugué mi juego y al caer mis amigos me salvaron, al segundo rebote.

Me levantan desde la lona, todos rostros familiares, me encamillan, todas caras amigas. Me siento cobijado, sanaré.

Me suben a la ambulancia, si se distraen, la robaré.

jueves, 6 de mayo de 2010

Desde la lona/ Sabina

Tirada en el suelo del ring estoy, boquiabierta y sorprendida. Aguanté unos cuantos rounds. Ahora no hago nada más que esperar desde la lona el siguiente golpe... podrías noquearme.
Sólo hace falta que me mires a los ojos, me pidas que sonría, me saques de mi cama a horas inapropiadas, me sorprendas con tus mimos y yo... me dejé llevar.
Sí. Está vez me siento mareada en un torbellino de novedades. Está vez perdí la pelea... ¿ o la gane?

lunes, 3 de mayo de 2010

Desde la lona / Ricardo del Billar

SÓLO LOS GUAPOS SALIMOS EN LA TELE

El agua con sudor me resbala por los chinos de la melena. Don Carlos me bate la nariz con los cotonetes. Tengo que aguantar que me la viole. Tengo una nariz enorme pero delicada. Prefiero que se me forme una barba roja y que la lona se llene de gotas de sangre, a que don Carlos me cepille el cerebro. Cuando mi vieja me corta las uñas de los pies, y me llega a rozar un nervio, le meto un zape para que tenga más cuidado. Pero aquí, uno no se puede quejar.

El Cacharpo me atasca de vaselina el corte sobre la ceja izquierda. Parece que es un tajo grande porque don Carlos peló los ojos y su frente se le arrugó como acordeón. El Cacharpo ha de pensar que está untando yeso en una pared o que está rellenando una garnacha en el puesto de su vieja. No sé qué es mejor: con vaselina o sin vaselina: sin vaselina el sudor escurre de la frente a la ceja y de allí a la lona; en cambio con vaselina el sudor llega a la ceja, pero agarra la masa de vaselina como tobogán, y de allí se deja caer directo al rabillo del ojo. Arde bien cabrón. Te hace recordar los días de primaría donde la jefa te ponía limón en los pelos necios y a medio día, con el sol sobre tu cabezota, dabas brincos como chapulín en comal nomás del pinche ardor. Ahora imagina ese ardor en el ojo. Tienes que guiñar millones de veces como si tuvieras un tic. El Chango va a pensar que le coqueteo. Bueno, pero pensándolo bien es mejor con vaselina; porque es mucho peor si el sudor llega al corte: arden hasta las tripas y aprietas el culo, como si eso ayudara en algo. Te rascas como perro sarnoso con el guante. Arde más que con los golpes del pinche Chango Ramírez. Hablando de changos, ahorita le voy a dar su plátano macho al cabrón para que sepa quién manda en esta selva.

Don Carlos me hace poner los pies en la lona echándome agua fría en la cabeza. La campana suena. De chingadazo me pongo de pie. Caliento levantando los talones alternadamente. Don Carlos lanza una combinación de golpes al aire delante de mí. Me entendiste, Tarzán. Sí, don Carlos, usted no se deje de preocupar, usted sabe quién es el rey, guiño con el ojo bueno. Miro hacia atrás. El Cacharpo estira la mano con el protector bucal, don Carlos lo toma. El Cacharpo baja del ring, retira el banquillo y limpia la lona con la franela. Miro a don Carlos, me coloca el protector, me toma los brazo y limpia los guantes con la playera que dice: Team Juan “Tarzán” Pérez. Don Carlos se apura a bajarse. El Chango tiene la guardia bien ceñida. Yo hago lo mismo. El réferi, don Panchito, corta una espesa nube de humo con la mano lenta y arrugada al suspiro de: box. El Chango y yo bailamos. Movemos el tronco de un lado a otro como si de pronto fuéramos a bailar duranguense. La gente grita tras el anuncio del tipo del sonido: damaaasss y caballeros, prepárenseeeee para disfrutaaaaar del último asaltooooo de esta gran peleaaaaa que nos han brindadooooo este par de guerreros enuestro evento estelar. Las láminas del auditorio comienza a retumbar al grito de: Chango, Chango, Chango. Los gritos hacen que el sudor de los pies me suba por todo el cuerpo hasta llegar a la cara. Le tiro dos jabs al Chango nomás pa´escamarlo. El Chango esquiva los golpes caminando en diagonal. La gente se alborota y aplaude. Continuamos el dancing. No le corras pinche Chango, sabes que ya valiste madre. Chango, apenas te quedo al puro pedo el apodo: la mandíbula salida, parece que haces puchero; la barda de espinas que te cargas por única ceja, y lleno de pelos como si tu jefa te hubiera tejido una chambrita desde que estabas en la panza. Si te tirara un jab y no trajeras protector, capaz que te cabe todo el puño con semejante hocico. Incluso te pudieron haber puesto chita: por esas pestañas largas que muchas viejas te envidiarían. Pestañas caídas, pero que con una cuchara se arreglan. Me entra un jab del Chango por andar pendejeando. Me deja embarrada en la cara la marca del guante. Me entra un cruzado de derecha que me enchueca la boca. Enseguida lo abrazo por donde debería estar la cintura para que no me siga madreando. La gente abuchea. El guante del Chango fue más letal que el sudor: toda la vaselina salió expulsada como grasa de barro apachurrado con las uñas de los pulgares. Me arde de a madres y aprieto bien duro el culo.

Don Panchito nos separa. Extiende las manos como un mesías y dice: a boxear, muchachos. La gente es un mar hirviendo y los gritos me llegan como una masa de aire caliente. Ahora va la mía, mi Chango. Comienzo a corretearlo. El cabrón huye porque sabe que va ganado en las tarjetas. No le corras, cabrón, ven acá. El Chango visita las cuatro esquinas. El tablazo sobre la lona anuncia los últimos diez segundos. Ya chíngalo, pinche Tarzán, grita don Carlos desde la esquina. Ya estuvo Chango, se acabó, gritan desde la esquina del Chango. Lo acorralo en una esquina. Le entra un jab que le deja la cara arrugada como bulldog. Un gancho de izquierda se le clava en le hígado; con el mismo puño le repito un volado en la quijada. Todo el sudor y el agua de su cabezota salen volando por los aires, y brillan como estrellas entre los focos. Sus rodillas ya no aguantan más, se vencen. El cuerpo del Chango, casi hecho un ovillo, se cubre cara y costados con los brazos. Otro gancho al hígado y el Chango estará noqueado. Me luzco un poco: giro el brazo derecho para distraerlo y asestarle el último golpe. Un giro rápido y finjo que le voy a tirar el golpe con derecha, pero me recargo hacia la izquierda para sacar el gancho desde la cintura. Al tirar el golpe, el Chango se mueve, mi puño sólo roza la grasa que cubre la cintura. Con el último impulso de las rodillas, el Chango saca un gancho en corto que coloca en mi barbilla. Mi cabeza chicotea y los ojos chocan contra la tapa de los sesos y regresan en caída vertiginosa a las órbitas, pero aún siguen girando. Los parpados se cierran como dos cortinas metálicas, pesadas y faltas de grasa en los rieles.

Los gritos de júbilo de la gente me hacen regresar de ese lento parpadeo. Los flashes brillan como estrellas en el cielo. Miro hacia abajo. A mis pies el Chango se convulsiona de un lado para otro: aún se retuerce del dolor por ese gancho. Estoy pensando seriamente en cambiarme el apodo. Qué tal el garfio, el pirata, el pirata Morgan, barba roja, el pata de palo, el similar, el clon, la copia, el doble, doble cara, dos caras, más cara, más barata, la cara, el rostro, el guapo, el galán… Tarzán… Tarzán Pérez. No escucho mi nombre. Volteo a mi derecha y a mi izquierda: la gente grita, aplaude y viene hacia a mí. De pronto la cara seca de don Panchito aparece frente a mí. Me toma de los hombros. Sus ojos bailan sobre mi rostro. Se acerca a mi oído. Su voz lenta y patosa: hijo, Tarzán, necesito los cincuenta pesos que me debes, me hiciste perder hoy. Se retira de mi lado para mirarme fijamente. Pensé que me felicitaría, pero que se puede esperar de la gente: siempre se cuelgan de la liana ajena. Sí, don Panchito, con lo de hoy hasta con intereses le pago. De aquí a las Vegas, al billete en serio, a las viejas de verdad y a la fama de verdad: mis peleas por televisión.

Ayayayayay me ahogo me ahogo. Veo a don Carlos sosteniendo la cubeta roja en lo alto, sobre mi cabeza, escurriendo hasta la última gota. Otra vez en la pinche lona Tarzán, otra vez en la pu-ta lo-na cabrón. Don Carlos ladra mientras sacude la cubeta con ambas manos. Don Carlos quisiera ahogarme con las gotas que escurren o golpearme con pedazos de hielo, pero ya todo se derrite sobre la lona.

sábado, 17 de abril de 2010

Primer Acto/ Sabina

Primer Acto:
Una día invierno, en medio de soledades que se complementan, esos dos sujetos mientras veían una película se tocaban sexosamente sin querer. Transitaban con las miradas en el cuerpo del otro y pensaban en el buen sexo que ese podría proporcionarles. Se tocaron suevemente imaginando orgasmos plenos. Pero esto había sido más un pensamiento que un acto en sí, fue un pseudosexo virtual. Bendita imaginación

Segundo acto:
Una tarde ella estaba sentada en su casa peleando con la computadora, utilizaba una camiseta que le dejaba al descubierto los hombros y el cuello, él llego de visita y se acerco a saludarla. De nuevo la suavidad hacía aparición y el saludo se convirtió en una caricia y en un pretexto... ¿un masaje? ofreció él. Ella accedió con inocencia...
En el aire entre ellos se habían esparcido los polvos del deseo, de esos que aparecen cuando alguien te provoca tan sólo con su presencia.

Tercer acto
Una noche hubo una fiesta en casa de él, terminaron tarde. Ella ayudaba con la resaca de aquel recinto. Cuando casi se habían ido todos o los que estaban, estaban en calidad de bultos. Quedaron solos en medio de mucha gente. La tomo de la mano y le dijo - ¿ hoy si?- Antes le había propuesto pasar la noche juntos, acabar con esos polvos del deseo que se entretejian entre ellos y dejaban de ser polvos para volverse un coloide que se estiraba y aflojaba cada vez que se veían y que de vez en vez terminaba en un besuqueo que les dejaba el sabor del otro en la boca por varios días.
Fueron a su cuarto y terminaron lo que habían empezado aquel invierno... o eso es lo que pensaron, más bien comenzaron lo que habían estado esperando...

Cuarto acto
Las reuniones se habían ido haciendo comunes, lo que era un juego de adultos en busca de placer efímero se había ido complicando... a ella se le confundieron las neuronas unos días peor que otros...
El acabose fue una noche cualquiera ( pero ni tan cualquiera porque dejó huella y no terminó en el olvido) él llegó a casa de ella muerto de cansancio, había tenido mucho trabajo. Se acosto en la cama, se desvistieron y se pusieron a platicar. Él apagó el teléfono no necesitaban interrupciones.
La cama era pequeña. Para una sola persona era perfecta, pero ese par había adquirido el don de acurrucarse cual felinos y cabían perfectamente. Le contó lo que hizo en el día y se quejó de dolor de espalda.
Ella se calentó un poco las manos y estas se dedicaron a tratar de relajar aquellos músculos, a acariciar cada centímetro de piel, ella no dejaba de mirarlo; desnudo y tan plácido entre sus sabanas… se quedó dormido.
Ella se levantó y se puso el hermoso sweater color verde olivo que él había dejado sobre el piso. Cuando él abrió los ojos( quien sabe cuanto tiempo después) la encontró lejos de la cama.
Ella lo miraba desde la penumbra en el sillón marchito al fondo de la recamara.
Él hizo un gesto con la mano para que ella se acercara, ella lo miró por dos segundos, estaba absorta en lo que pensaba y dicendosé a si misma que no quería. Que estaba bien en el sillón... se había dado cuenta mientras él dormía que lo amaba con todo el corazón, que aquella noche había perdido la cordura que le quedaba, porque él sencillamente estaba disfrutando del instante y a ella le estaba constando cada suspiro, ya no podía respirar,se sentía desfallecer… pero no fue capaz de huir de su propia agonía y se acostó a su lado... tuvieron un sexo maravilloso. Desayunaron juntos.
Ella se tragó sus lágrimas esa noche... y la siguiente… y la siguiente.

Quinto Acto
Hoy justamente a unos años de ese evento ella recuerda esa silueta masculina, desnuda bajo la luz de la luna y a ella mirarlo desde la penumbra…
Una cosa no ha cambiado, ella aún lo mira desde la penumbra a sabiendas de que él no está, que no ha estado nunca y él disfruta de los instantes como lo ha hecho desde siempre.

jueves, 15 de abril de 2010

Primer Acto / Fafahrd

El primer acto para romper mi cordura fue acariciar tu pierna, eso provocó unas grietas que se ensancharon cuando tomaste mi mano y la sanidad mental se fue al cuerno cuando te besé.

No es que tuviera mucho tiempo sano, no es que fuera precisamente cuerdo. Un golpe bien dado, tan certero que casi pareció accidental, tronó mi ser un año antes.

Ahora una nueva vida de locura se abría ante mí; eso pensé, y eso me confirmaron los amigos según se fueron enterando de mis acciones.

Miré a un lado y a otro, en cada dirección se extendían futuros alternos y me entretenía viendo lo que cada uno me deparaba. Arriba y abajo había otros más… incluso podía imaginar algunos que no se veían.

Te sumé a esos futuros, paseando por el presente en espera de un mensaje o llamada.

Fui conociendo más de ti, encontré más cosas que me gustaran, estallamos juntos en fuegos artificiales, y luego reposamos flotando en agua. El aire huele a pólvora cada que nos vemos.

Hoy veo el segundo acto, el que puede romper mi locura. Está delineado a lo largo del día, lo veo desde el amanecer, aunque el fín se pierde en la noche. Tengo que graduar mis lentes, de nuevo.

Viendo el día, analizando los futuros alternos, me apoyo firmemente en el dolor y tiro un dado, que él diga a donde vamos.

martes, 13 de abril de 2010

Primer acto / Coatl

Soy amante de lo ajeno. 

Pues disfruto tus sonrisas, tus voces y movimientos, que nunca seran mios, y sin embargo poseo.

 (soy mía de mí y para mí, dijiste aquella noche)
¡Tercera llamada!

Se abre el telón, y me dispongo a robarte con los ojos...

En esté primer acto.

Recostado en el Pensamiento / Fafahrd

No hay cielo sobre mí, tampoco techo, estoy recostado en el pensamiento de tu ausencia. Un limbo sin sensaciones, un exilio de los sentidos, no me permito latir para no ponerme en evidencia.

En algún lado está el resto del mundo, ahí donde estás, la vastedad en que podríamos estar juntos, pero ahí me delato.

Vine aquí a abandonarme, cerrando ventanas, puertas, recovecos. Clausurarme del todo.

Decidí ser, aislado de todo, para recuperar la integridad y saberme de una pieza, como solía ser. Para desprenderme de todo lo que no es mío, para en un baño limpiarme de lo que no me corresponde.

Me desprendí, me bañé, estoy limpio y sólo quedo yo.

Y aquí, conmigo mismo, me percato que ya no sólo soy yo, pues aún aislado de todo, con los sentidos clausurados, sigues presente en mí.

domingo, 11 de abril de 2010

Recostado en el pensamiento/ Coatl

Por una sonrisa, perdí a mi pensamiento... 20 años me llevo por todo el país y de regreso, visite playas, pueblos, nunca se detuvo: lleve en el pensamiento a bellas mujeres, te consta cabrón, algunas hasta te las presente. Varias platicas importantes fueron en el pensamiento y  ahora, ya no lo tengo.

¿Que como ocurrio todo?

pff.... Gracias por la chela, cada vez que lo cuento necesito una oscura pá acompañar el trago amargo.

Eran las cuatro, justo en el entronque de palomillas con atecuaro, después de comer en el puesto de carnitas al lado de la gasolinera, estaba recostado en el pensamiento cuando un par de cabrones me llegaron gritando: "!ahora si cabrón! ¡Ya te cargo la chingada! cuidadito y gritas por que te tiro el plomazo! ¡orale! dejate caer con la lana!  El griton era un chaparro con los pelos parados y flaco, parecía un chihuahueño con pistola, el otro que estaba echando aguas no soltaba la vista de la carretera, un mono de mala cara que parecia Kingkong.

Ps que le doy la lana,pero como apenas llevaba la carga, 500 varos saque de la cartera, hasta pendejos, si me hubieran agarrado despues del viaje a la central, buena lana me hubieran bajado,pensé, y sin pensarlo,me reí.

Ahí estuvo el detalle: me reí. el flaco nervioso empezó a ladrar que si eso era una broma que si no se que... y yo callado, pues una pistola frente a mi digamos que quita las ganas de hablar.

¡te bajas del pinche camión!. El cabron me puso una patada en lo bajos mientras el otro chango llego como bestia amaestrada  a seguir con la madriza. ya ni me movi. pensé que terminando la surtida me dejarían en paz. y ps ya contra dos y con pistola, yo flojito y cooperando.

Nel. ultima patada y después escuche el ronroneo de mi motor, un aceleron, y al limparme los ojos de tierra, vi como se iba alejando el letrero que habia pintado atrás al camión:


"EL PENSAMIENTO"
"EL PENSAMIENTO"
"EL PENSAMIENTO"
"EL PENSAMIENTO"
".. ..........."


Y así, por una estúpida sonrisa... perdí el pensamiento.

viernes, 9 de abril de 2010

Recostada en el pensamiento / Rox

Sé que estuviste aquí. Sé que estuviste en mi cama. Sé que estuviste leyendo. Lo sé porque me dejaste un regadero. Y no me refiero a las sábanas enredadas en la colcha o la almohada tirada en el piso. Me refiero al montón de letras que dejaste esparcidas sobre el colchón y al libro sobre el buró que está furioso porque se las robaste.

Ya me imagino cómo pasó: tus ojos roba-párrafos le extirparon las letras mientras las leía en cada palabra. Después, con tu voz, cayeron en la cama. Ahora todas las letras están desesperadas por no poder hacer una palabra coherente. Algunas lloran por no encontrar el final del cuento. Otras, las más egoístas, como la Equis o la DobleU, ríen a carcajadas de ver la desesperanza sobre las sábanas.

No sé como ordenar este tiradero. No sé el final de la historia. No sé dónde esconderte a Ricardo Garibay. Sólo se me ocurre recostarme desnuda en la cama para sentir las letras que pasaron por tus ojos, por tu boca, por tu pensamiento.

Con mi pecho contra la cama, siento cómo las cursivas se suben a mi espalda, acariciándola con suavidad lo que me hace la piel de gallina. Suben por mi cuello e intentan susurrarme algo, por lo que me volteo boca arriba para escuchar mejor. Entonces mi cintura es atacada con por los signos de puntuación y los guiones que se clavan con insistencia en mi cintura y abdomen lugar donde están encerradas mis cosquillas, lo sabes mejor que nadie. No puedo evitar que mis manos las avienten hacia el piso, donde terminan clavadas entre preguntas lamentosas e histéricas mentadas de madre. Ahora son las vocales quienes me atacan. Las Os son unas cabronas déjame decirte, ya que insisten en colgarse de mis pezones, provocando que se levanten. Ignoro cómo se metieron, pero las As salen de mi boca cuando gimo porque las Ges y las Jotas se arremolinan en mi clítoris. Entonces los puntos insisten en poner orden y enojados ordenan a todas las letras contra la pared…

...justo cuando el pensamiento estaba por terminar.

miércoles, 7 de abril de 2010

Destapalo /coatl

¿no lo vas a destapar? 
No.
¿seguro?
Si seguro.
Como se nota que no te gustan las sorpresas....
 ¡Déjame en paz! es la idea mas estupida que se te ha ocurrido..

Un cuerpo tirado inerte , a la izquierda él, con el cuchillo afilado listo para el primer tajo. la sombra jugueteaba entre el y el famoso cuerpo, acariciando a ambos, acercándolos.

Destapalo... esta dormido,y verás que si existe. 

¿Y realmente existe? ¿te recuerdo la lista?

No es necesario: dosgallosunperrodosgatostrespajaroscuatrogrillosincontablesranasdosotresestupidososhamsters... no tienen importancia, es tu culpa, buscabas en malos lugares.


Destapalo... 

Jugetona la sombra cubría el rostro del cuerpo tirado. asegurandose que su antiguo dueño, ahora compañero, viera solo un bulto.

La curiosidad gano, dio un suspiro y  suavemente deslizo el cuchillo desde el cuello, pasando por el duro tórax hasta el abdomen, los hilos de sangre eran nuevas venas rojas sobre el cuerpo, ríos calientes que desbocaban a un charco de sangre alrededor de ellos, mientras la punta del cuchillo parecía sumergirse en el abdomen.

¡Destapaloooo!  y la sombra impaciente recorria los orificios creados en el cuerpo, se metia en la oscura y tibia cavidad del cuerpo eviserado, y dibujaba las manos insistiendo en el siguiente paso.

Obedeciendo, tomo la piel estiro y abrió la nueva abertura,desilusionado, introducía sus manos entre las viceras... ¡No hay nada!...¡Nada!

Metía hasta los codos: no encontraba nada. solo viseras, olor a metal , el sonido chisporroteante de líquidos y un aroma húmedo a muerte....

La sombra suavemente, consciente de su error, se retiraba, escapa con el amanecer, dejándolo solo,con la una cruda escena iluminada con el primer resplandor de la mañana.

Un estuche vació.... pensaba mientras se alejaba cabizbajo, harto... tomó el combustible e ilumino la casa, esperando que la luz lo exterminara a él y a su sombra... antes de que llegará la noche.



lunes, 5 de abril de 2010

Recostada en el pensamiento /Sabina

Recostada en el pensamiento... ¡Muero de vertigo! siento como se me mueven las entrañas... me sudan las manos, la caida es libre, demasiada altura.. moría de miedo antes de embarcarme, de subirme. Me sudan las axilas, puedo olerlas... no me he bañado en varios días, me siento como cruda. Me he envenenado de recuerdos estúpidos, sí fuera alcohol el que llevo en la sangre todo sería más fácil.
Podría estar super trippie y seguramente me sentiría más tranquila.
Camino en círculos por mi habitación, paredes sencillas pintadas de reflejos, de sombras... me acuesto, pero la cama me hace sentir peor.. caminaré.. si eso, caminaré... espero al menos que el cansancio pueda vencerme. Quiero aislarme pero no, quiero odiarte pero no, quiero dejarte pero no... me desplomo en el suelo...el felino que vive conmigo me pasa por encima, habla... Miau... creo que espera que me levante y con su voz siento que pregunta ¿qué te pasa, qué tienes?...uhmm... ¿qué tengo...? nada, no tengo nada eso es lo peor.. solamente estoy recostada sobre mis pensamientos y no me dejan en paz... nada raro en realidad pero justo hoy han decidido convertirse en acciones...

miércoles, 31 de marzo de 2010

Destápalo/ Ricardo del Billar

LA ENTREVISTA

Después de semanas de persistencia para obtener una entrevista con el gran cuentista queretano, Ricardo del Billar, lo encontramos fuera de su casa –en el centro histórico de esta hermosa ciudad, para ser más exactos en el ya legendario barrio de La Cruz- con tupperware en mano; ya que se dirigía a comprar menudo en ese domingo despejado, de cielo azul y sol brillante. Al vernos trató de apresurar el paso, pero nosotros sin esfuerzo lo alcanzamos. Más adelante nos dimos cuenta de que nunca podría escapar; pues tenía cara de haber sido arrollado por la barredora de la ciudad. En su pequeño departamento nos contó que la noche anterior había asistido al ya famoso Botellazo Literario, donde varios escritores de esta ciudad se dieron cita. Tuvimos la fortuna de compartir el menudo con él; bueno en realidad la condición fue que nosotros pagáramos el desayuno para que nos cediera esta entrevista, nosotros aceptamos ya que nuestra revista –Repolloyatun- se jacta de tener a los mejores autores.

¿Cuándo te descubriste escritor?

En realidad yo no me descubrí como tal, sino que la señora Toña –mi ex compañera de clase de inglés- me dijo que si yo leía tantos libros por qué no escribía.

¿Qué has descubierto de ti desde que comenzaste a escribir?

Que puedo ser un metiche profesional y a fondo –siempre me ha encantado el chisme- ahora tengo la oportunidad de entrometerme en cualquier lado y asunto con el pretexto de que soy escritor.

¿Cómo ha recibido tu gente, tu círculo: familia y amigos, tu decisión de dedicarte a las letras?

Pues como cualquier cosa: para ellos es como decirles estoy aprendiendo a tejer macramé. Piensan que el escribir es como cualquier hobbie.

¿Y es un hobbie?

Por supuesto que no; las letras son mi vida. (En este momento nuestro autor, después de echarse un pedazo de libro a la boca, levanta la cara al techo al sentir sus palabras en lo más hondo)

¿Qué autor consideras como un gran descubrimiento? (Tarda en responder, al parecer se estaba ahogando)

(Tose y se golpea el pecho) Está picosito. En realidad son varios; entre ellos Mauricio Bares, Anónimo Hernández y Roberto Malo.

¿Por qué piensas que eres tan minucioso en tu narrativa?

Porque me gusta observar hasta la mínima mancha de mierda que hay en este mundo.

Ahora nos podrías decir que es lo que viene a tu mente al escuchar lo siguiente.

Instrumento… Verga.

Dolor… Golpe en los huevos.

Alcohol… Gente indecente, pero gracias al vodka existe la gran literatura rusa.

Estado… Queretarock.

Palabra… Fuerza.

Tesoro… Sonrisa vertical.

Frase de la semana: Recostado en el pensamiento



Mirrormask, película de Dave Mckean y Neil Gaiman

lunes, 29 de marzo de 2010

Destápalo / Rox

La luz que se colaba por las persianas de mi cuarto comenzó a taladrar mi cerebro. Cerré los ojos intentando apachurrar las pupilas y quedarme ciega, pero no tuve suerte. Cuando me levanté al baño, me di cuenta que aún estaba borracha ya que sentí al piso moverse y a mi estómago con ganas de vaciarse.

Esta va a ser una cruda de antología, pensé mientras orinaba. Pero fue hasta el momento en que busqué mis calzones en mis tobillos que me di cuenta que estaba encuerada. Me mojé el rostro y las ojeras artificiales del rímel negro sobre mis párpados y mejillas me mentaron la madre por no acordarme de nada de lo que había pasado anoche.

Supuse que era lo que seguía, pero tenía que juntar valor para mirarlo con mis propios ojos. Me amarré el pelo con una liga, respiré hondo y entré a la habitación. Un par de cervezas en el piso, condones utilizados y un bulto bajo las sábanas confirmaron mis sospechas.

Me maldije, maldije al alcohol y lo maldije a él, quien quiera que fuera. Era una inocente fiesta de cumpleaños, ¿Cómo terminé así? Y mis padres, ¿a qué hora se fueron?

DESTÁPALO me dijo mi cerebro. Comencé a recordar a los guapos de la fiesta. Ya tenía unos meses tras los huesos del amigo de mi primo, un fotógrafo que quería llevarme a la Sierra Gorda con la fantasía de ser su modelo natural.

DESTÁPALO me volví a ordenar. O tal vez era ese ñoño que se había invitado solo y que solía mandarme cadenas de amor por facebook. Ya eran muchos meses de negativas y el cabrón no cedía en sus ímpetus amorosos.

¡DESTÁPALO DE UNA PINCHE VEZ!

Obedecí recorriendo con cuidado la sábana desde los pies. Buena pierna, pensé al ver las pantorrillas; la cosa mejoró con las nalguitas que guardaban un coqueto lunar. La base de la espalda tenía la cantidad exacta de pelos, por lo que me comencé a tranquilizar. Ya pensaba en el mañanero cuando en el hombro descubrí un tatuaje demasiado conocido: unas rayas que yo había ayudado a diseñar.

Ahogué un grito, recogí mi ropa del piso y corrí por las escaleras hasta la cocina susurrándome nopuedeser, nopuedeser, nopuedeser, en un vano intento de deshacer lo que las evidencias indicaban que había hecho. Me vestí y me senté en el piso en posición fetal.

Cuando lo escuché bajando por las escaleras me incorporé a hacerme pendeja en el refrigerador.
–Hola prima, que pedota la de ayer, ¿no? – Me dijo mi primo con voz quebrada.
–Te pasaste de borracho, en serio… ¿te fijaste con quien amaneciste? – Le contesté sin voltear a verlo. No quería que mis culposos ojos me delataran.
–¡No mames! –Gritó –
–¡Si wey, con Verónica!, te pasaste, cabrón. Me dijo que no dijera nada y que tampoco le dijeras tú, que sólo quiere olvidarlo –y volteé para ver si me había creído.
–¡Nomames, nomames, nomames! –comenzó a maldecirse mientras se llevaba las manos a la cabeza –¿No le vayas a decir nada a mi vieja, eh?
–¿Cómo crees, güey? ¿Qué no soy tu prima consentida? –Le dije sonriendo y gozando mi enorme mentira.

En el acto se acercó, me abrazó muy fuerte y me dio un beso en la mejilla. Al tenerlo tan cerca, reconocí su olor y me estremecí.
–Bueno, a lo hecho pecho –dijo mientras me soltaba –Sólo espero que no haya desagradables consecuencias – y se alejó.
Yo también primo, yo también, susurré.

Destápalo (2) / Fafahrd

Veo la corcholata en tu corazón, pero no puedo tocarlo... tu destápalo.

domingo, 28 de marzo de 2010

Jardín Zen...

Eres como un jardín Zen, una dimensión limitada. Un jardín repleto de tranquilidad donde se puso el corazón, el mar.
Eres un espacio con tiempo y forma que me permite sentir una paz y tranquilidad inesperada.

Prefiero mantenerme a salvo, sobria, no enamorarme, ni involucrarme, prefiero los juegos pirotécnicos que duran un par de horas pero que no dan casi nada de mi, los prefiero porque me muevo como pez en el agua en medio del caos, en medio de la tormenta.Contigo mi mundo es distinto.

Eres como un Jardin Zen y contigo siento una tranquilidad inesperada.

Destápalo

Caminaba por el centro comercial y encontré una feria de artesanias, artículos de un lugar mágico del sur del país: Oaxaca
Entre todos los artículos encontré unas cajitas con un olor a madera vieja, pequeñas, ovaladas, color ocre ( me gusta el nombre del color mucho más que el color) con unas líneas rojas, unas cajas poco comunes. Mi curiosidad me acercó al módulo donde estas descansaban, la mujer que atendia me dijo animada - ! destápalo ¡ son unas cajitas guarda secretos - Adentro habia unas muñecas pequeñas de trapo. Me explico que según una tradición les contabas tus secretos y ellas los guardaban. Compré dos.

Por la noche nos encontraríamos en mi casa como era usual. Dejé las cajas en la mesa del comedor, llegaste, tomaste una y te conté la historia, de inmediato le susurraste algo a las chicas que guardarían intimidades. Intercambiamos una de cada caja.
Compartiriamos secretos. Compartiamos un secreto. Estabamos juntos sin estarlo, saliamos sin salir y de pronto nada tenía sentido. Compartiamos una complicidad, una cama, una tarde, pero nada más. No nos conociamos a pesar de pasar tiempo juntos.

Con el tiempo nuestro secreto fue develado, alguién lo destapo y no me entere ni cuando ni quien. Lo nuestro era un secreto a voces, no había ningún muñeco guarda secretos fuera de la caja. La insulsa historia de una artesanía cobró sentido, se convirtió en parte importante de mi historia contigo.

El secreto que mi muñeca guardaba era que estaba enamorada de ti, como una estúpida. Tu secreto mostraba un punto de tu personalidad, eras un patán. el patán del que me tocaba enamorarme. A todos nos toca uno en esta vida

sábado, 27 de marzo de 2010

Destápalo / Fafahrd

...Deja de verme con ésa cara, ¿Es que simplemente no entiendes? No, por lo que parece, no. Okey, va de nuevo, estamos juntos aunque no lo estemos, nos queremos a tientas como un par de ciegos a la luz del cinismo, pero dudo de si no somos sólo un par de ovejas que se arrimaron una a otra para no morir en la tormenta de nieve.

Vamos, velo desde mi punto de vista, usualmente el romance es como una danza, uno se mueve hacia acá, el otro para allá, luego se toman de de la mano o se va cada uno por su lado para luego caer en brazos mutuos, pero como sea siempre se ve un conjunto armónico. Nosotros parecemos un par de cojos bailando con zancos en una tienda de porcelanas.

No, no te rías, ah, perdón, estas llorando. No, no lo tomes así, no es que nos vea ya perdidos, es sólo que yo me siento perdido y por ello me expreso, necesito escuchar tu voz para saber hacia donde dirigirme. Ya tranquila, vamos... todo es cosa de comunicarnos, y precisamente me desespera sentir que traes algo dentro que no dices, anda ya destápalo, ¿Que tan malo puede ser?

(...)

Nombre guey, ¡Yo y mi bocota!

jueves, 25 de marzo de 2010

Destápalo... /Ramita Diferente

El tiempo de espera se termina. La fecha está a sólo un paso... aún no sé si soportaré todo lo que encuentre o lo que venga después. Sea como sea; mi mente, entre el temblor temeroso, produce una voz en el silencio que pide a gritos… destápalo.

lunes, 22 de marzo de 2010

Del Jardin Zen / coatl


Mi jardín zen comienza en el último círculo circular que  circuló la avenida donde caminamos por la noche que apaga la luz de los ojos que no iluminan al rostro pero queman al sol, ese sol amarillo, como el último girasol que danza sobre la duela al compás de un silencio prolongando  la vida iniciada en un suspiro final.

Una sobre otra, ahora en una pantalla, que antes fue papel con fondo blanco, es ahora mi jardín zen, xenon, sensual,centrado, otorgandome en el placer de no pensar y deleitarme con estructuras abstractas que chisporrotean ideas.

Un sinzentido, es mi jardín Zen.



viernes, 19 de marzo de 2010

Del Jardín Zen / Rox

Hace algunos años, cuando era más joven y menos sabia, vivía en Madrid. “La calor" -como dicen en aquellas latitudes- aún se negaba a mostrarse por completo, no así mi calentura. Habían pasado 4 meses desde mi cambio de continente y la misma cantidad tiempo sin que nadie me hiciera un "favorcito" (aunque fuera malo) y como que ya tenía cosquillas.

Estábamos en una borrachera cuando conocí a Malik, un francés tan bonito que me hizo preguntar si no era yo medio lesbiana: ricitos rubios, ojos claros, nariz aguileña, pestañotas… ya saben, una niña sin tetas. Los ebrios del lugar eran en su mayoría eran latinos, por lo que la conversación sudaca / competitiva había alcanzado un punto álgido: colombianos y venezolanos estaban a punto de volverse a declarar la guerra por el control de la frontera.

Con el fin de no participar en divisiones políticas que atentaran contra los ideales de Bolívar y San Martín, busqué al güerito franchute. Comenzamos a platicar de temas internacionales de gran relevancia, como el impacto de la guerra franco-prusiana como disparador económico del sorgo alemán. Malik comenzó a hablar muy entusiasta, casi como un orador de las naciones unidas. En mi semiebriedad me di cuenta de su nulaebriedad. Le pregunté la causa de su abstinencia y mirándome directamente a los ojos me dijo: “Soy budista y no necesito el alcohol para divertirme”.

(tó-ma-la, pin-che bo-rra-cha)

Como sea, al budista no pareció importarle mi semiebriedad y continuamos platicando de el futuro de los bailes neohúngaros en tiempos del reggetón. Coqueteamos un rato más, intercambiamos teléfonos y todo lo que la ley exige para tener opción a sexo futuro.

No tardó muchos días en llamarme y salimos. Caminamos por el centro y casi al atardecer, nos fuimos a un parquezote, donde había un Jardín Zen. Cuando vi la blanca y fina arena, pensé que por más caliente que estuviera, el sexo ahí es altamente riesgoso. Sin embargo, estaba dispuesta a una manoseada tras los arbustitos.

Nos sentamos en unas piedras que magullaban con persistencia nuestras nalgas. Malik me dijo que me relajara y cerrara los ojos. Supuse que lo siguiente era un beso, pero el franchute me puso a meditar. Sacó una estampita de una señora budista que estaba haciendo cosas budistas y que, según él, emanaba gran cantidad de energía. Además me aventó un rollo enorme y soporífero de cómo meditando ha encontrado el mayor de los placeres. Placeres que ni el alcohol o el sexo dan.

Obviamente, volví a mi departamento con una sensación de haber sido estafada: en vez de sexo obtuve un intento de conversión. Por supuesto, no volví a salir con él. No le perdoné que me haya intentado alinear al budismo después de coquetearme tan abiertamente.

Desde entonces le huyo a los budistas y grafiteo los Jardines Zen.

Del Jardín Zen / Fafahrd

El bonsai suele ser la representación de un árbol milenario que ha sobrevivido a tormentas, temblores, inundaciones y termitas, manteniendose en pie a pesar de estar algo torcido. Es el sabio antepasado que lleva con orgullo las crueles enseñanzas de la vida, que al cuidarlo, te enseñará. Esa mañana descubrí que mi bonsai estaba muerto.

No podía quitarle la vista de encima, sentí mis ojos medio botados y el reflejo de "ojito Remi" aflorar. Me gustaba mi bonsai, así con algunas ramillas atadas y una cuidadosa selección de que partes tenían sol y cuales no. Lo había regado, acicalado, podado, le hablé bonito y le conte mis penas, y ahí estaba su cadáver, al lado del jardín zen -que Dumas usa de baño-.

Incapaz de tocarlo, decidí ignorarlo, como si fuera a desaparecer por sí solo. Durante días me negué a reconocer la realidad, pero tampoco deseaba soltarlo, me gustaba mi bonsai y mi esfuerzo me costó hasta la más patética de sus torceduras. Cuando me lo dieron era un árbol sano.

Finalmente, leyendo acerca de los egipcios, pensé en que podía embalsamarlo, para tenerlo relativamente a salvo, como un recuerdo de una buena época.

No tenía idea de se momifica un árbol, no tiene órganos que quitarle... así que opté por barnizarlo, a fin de cuentas ya había perdido todas sus hojas. Una breve visita a la tlapalería, al regreso del trabajo, y ya me encontraba armado.

Me instalé, acomodé el bonsai frente a mí y lo fuí cubriendo de capas de barniz, no quedó nada mal... fuera de un aspecto frío y triste, patético. Lo dejé en un estante y me olvidé de él.

Hoy volví a casa sonriente, algo sacudido pero optimista. Tengo la cabeza llena de sueños vagos, mientras contemplo la flor que rompió el barniz.

Mañana he de poner el bonsai, de nuevo al sol.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Del jardín Zen / RubberCherry

Ya saben que a mí sólo se me da la literatura anecdótica, así es que... ahí les va.

Estaba decidida a instalar un jardín zen en la azotea de mi casa, en la San Miguel Chapultepec. Lo tenía todo listo. Presupuesto, medidas, modelo, materiales, proveedor y un largo etcétera. No me creerían si les dijera todo lo que se requiere para un pequeño espacio de recreación. En fin. Como les digo, estaba convencida, feliz y muy emocionada.

Cuando le conté al que en ese entonces era mi novio sobre mi malévolo plan, en dos patadas me lo echó abajo: "¿De dónde sacaste la idea del jardín zen? ¿Para qué lo quieres? ¿Para que sea el arenero de los gatos de la colonia? ¿Para que tu techo se llene de humedad? ¿Para que tengas que limpiar las hojas del eucalipto que tienes enfrente? ¿Para que ni lo uses? ¿Para gastarte 10 mil pesos en una pendejada? ¿Para que tus gatas pasen más tiempo afuera que contigo? ¿Para llenarte de bichos, que te encantan? ¿Para que eventualmente el aire se lleve toda la arena y les cagues a tus vecinos?".

Cancelé mi plan. Me quedé con las ganas de mi jardín zen. Y ahora que vivo en departamento y no en casa... igual me dan ganas de ponerlo. Aunque sea en el baño.

martes, 16 de marzo de 2010

Tema de la semana: Del jardín zen

Hola a todos!

Me revolví con las fechas y se me vino el martes entre carreras, afortunadamente después de un relativamente relajado fin de semana. Como sea, pienso en el zen de las vacaciones, en el zen de la cotidianetidad, el del tráfico que no sufres y el del cerro cerca de mi casa.

Pienso en ésa paz que nos rodea e ignoramos, en la calma que se amontona en cada rincón y dejamos que se cubra de polvo.

También creo que no necesito valiums o tequilas, al menos hoy... tampoco té de paciflora, manzanilla, menta o verde. Tampoco oración o religión, ni siquiera una pizca de zapping, para permitirme una sonrisa hoy.

PD. Foto de Cosmic Baton Girl... a ver si esto la atrae a volver. :D

Veia todo el decorado / Fafahrd

Conforme veia todo el decorado, se sintió un copo más de la esfera, una pincelada del jarrón, una viruta en la chimenea, una de tantas borlas de la cortina.

Cuando la vió a ella, lamentó no ser parte de la escenografía.

Al sentir su mirada sobre él, fue el protagonista.

sábado, 13 de marzo de 2010

Veia todo el decorado / coatl

No es justo que digan que soy un distraído, simplemente pongo atención a cosas que otros no, como el domingo pasado que veía todo el decorado, justo como este, y sin querer me tropecé, haciendo reír a medio mundo por mi despiste, y es que estoy seguro que si hubieran observado la belleza del edificio, también hubiesen tropezado...la verdad es que pasamos la vida sin poner atención a las cosas verdaderamente importantes, no es que sea distraído es que simplemente espero disfrutar el aquí y el ahora, eso es... aquí y ahora...

-¿Migue? le dijo ella susurrando  mientras le pellizcaba la mano con la fuerza de un grito.

¿Eh?, ¿mande?

Aquí es cuando dices "Si acepto" hijo... le dijo el sacerdote con voz paciente, recordandole al distraído donde se encontraba.

¡Ah!¡Perdón! Digo.. este... Si,  acepto.

viernes, 12 de marzo de 2010

Veía todo el decorado / Rox

El viento frío casi me regresa al verano improvisado que me otorga el termostato de mi habitación. ¿Para qué chingados salgo de noche si todo el día estuve encerrada? Por amor.
Caminé hasta la estación del tren de cercanías mentándome la madre por no haberme puesto un gorro. Por ser domingo, el tren tardaba más de los inciertos 15 minutos de siempre, mientras mis orejas se congelaban en el andén.

Cuando por fin llegó, el tren estaba atascado. Al parecer todos los madrileños querían ir a ver el decorado navideño de su primer cuadro. El alcalde lo había encendido el día anterior ante las protestas de sus detractores que alegaban el gran costo para la ciudad y alta contaminación eléctrica.

Aunque caminar desde Atocha con las orejas descubiertas podían ocasionarme su pérdida, decidí arriesgarme, al fin que no utilizo lentes ni aretes grandes. Salí por el Paseo del Prado donde las estrellas se ocultaban tras con una malla de luces blancas en forma de churritos cubrían la avenida. Entrecerré los ojos para difuminarlas y confundirlas.

En mi camino hacia Sol, más y más edificios iluminados aparecían. También encontraba mucha gente que caminaba como si no estuviéramos a 3°C. La mayoría iba en grupos y gritaban entre ellos sin importarles que gente chismosa como yo los pudiera escuchar. Los viejitos maldecían y los jóvenes puteaban. Ya sabía que así demostraban los españoles su buen humor y sonreía. El espíritu navideño se sentía en el aire, incluso para una grinch como yo.


Ya no tenía frío, la caminata cuesta arriba me había calentado. En Puerta del Sol encontré un árbol de navidad decorado con dulces de colores que competían con la eterna publicidad del Tío Pepe (sol de Andalucía embotellado). Un río humano corría entre el Corte Inglés y las otras tiendas de regalos con afluentes amenazadores. Todo esto enmarcado con estrellas azules que colgaban entre los edificios, ordenados de tres en tres. Como el caminar por ahí requería de una habilidad chilanga que yo no poseo, decidí salvar mi vida caminando hacia la Plaza Mayor.

Una canción presume que en Madrid hay una puerta que ha visto pasar los siglos y la vida. Pero yo sé que todo ocurrió en la Plaza Mayor. Al menos, todo ocurrió para mí. Aunque lo gélido del piso adoquinado pasaba por mi pantalón decidí sentarme en el piso, justo al centro de la plaza y a un lado de una tienda improvisada que resguarda el tianguis de navidad.

Si hay algo de verdad en aquel dicho que reza “de Madrid al Cielo”, entonces el puerto de salida tiene que ser la Plaza Mayor. Y es que ya sea de día o de noche, el cielo siempre intenta escaparse de esas cuatro paredes rojas que lo intentan contener.

Paredes españolas que han presenciado juicios, ahorcados, vendimias, manifestaciones, corridas de toros, partidos de futbol y exhibiciones de pura sangre. Pero sobre todo me han visto a mí. Me vieron cuando lloré por mi abuelo y decidí que ese era mi lugar. Donde estuve sola o muy acompañada. Tomando el sol y leyendo. Borracha y cantando.

Aquella noche, las paredes de ese cuadro tenían algunas luces blancas, pero su iluminación era muy conservadora. La Plaza Mayor no resplandecía porque no lo necesitaba; es uno de esos pocos lugares del mundo que tienen alma y que brilla sin la necesidad de luz artificial.

lunes, 8 de marzo de 2010

Un sinsentido nutricional / Ramita Diferente

Rechazaba mi mente cualquier idea al tema “un sinsentido nutricional” demasiada importancia a algo que simplemente tendría que ser lo “normal”.

Nutrirnos es una necesidad humana y asumo como compromiso de los padres - cuando somos niños- y personal -cuando somos adultos-, ver por una alimentación correcta. Cualquier otro alegato al respecto, no es sino simple distractor social.

Finalmente, el fin de semana encontré lo que buscaba.

En época de cuaresma, cuando nos empeñamos en repetir tradiciones judaicas; con ayunos que no representan para nuestros días ya nada, pero que cabalmente cumplidos por TEMOR a un castigo divino. En esta época en que comer o no comer carne no ayuda a nadie, salvo a las marisquerías que aumentan sus ventas ¿Cómo encontrar un ayuno nutritivo?

En medio de un sinsentido nutricional, que vende tanto y aporta tan poco ¿cómo volver al sentido? Si, ese sentido nutricional que fuera el que diera origen a la tradición, pero que cómodamente olvidamos. No el que nos deja con hambre y nos hace comer en abundancia después del medio día, sino el que sacia el hambre interna y alimenta al ser. Ese, ¿dónde está?

Veía todo el decorado / Ramita Diferente

Despertó y comenzó su lenta rutina. Golpeó un poco el viejo radio hasta que logró sintonizar la estación pueblerina.

-Buenos días, hoy festejamos a San Emeterio muchas felicidades para todos los que llevan este nombre, que la pasen muuuy bien, les dejamos las mañanitas…-

Reposó un poco sobre una vieja silla tejida de palma y ahí recordó que era su cumpleaños. Sacó la cuenta y supo que estaba festejando sus 86 primaveras; aunque cada vez le parecían más bien, inviernos.

Se levantó, tomó un bolillo un poco duro y caminó hacia la puerta. Acomodó su silla y comenzó el desayuno, entre el pasar de algunos carros por la polvorienta calle y algunos gritos de chiquillos que ya estaban planeando las primeras travesuras.

_¡Don Emeterio! _le dijo un simpático hombrecillo descalzo y chamagoso que imitaba el saludo que hacía su padre.

El Viejo, sin escuchar lo que decía, deseoso de compartir con alguien, respondió _hoy cumplo 86, ojalá llegues, porque no creas que cualquiera puede… _comenzó un largo relato, aunque el chamaquillo en cuanto saludó comenzó a alejarse sin prestarle atención.

En fin, siguió contemplando la misma calle, con el mismo polvo, como esperando revivir recuerdos.

Ya era medio día y recogió la silla para entrar a su casa y prepararse un taco, que sería su comida. En eso escuchó la misma vocecilla _¡Don Emeterio! le traje un regalo, mi mamá siempre me da regalos cuando es mi cumpleaños.

El viejo sorprendido giró con lentitud su cansado cuerpo y miró con asombro las manos extendidas del niño que le entregaba una pequeña cajita. La tomó y dijo _ ya, vete a tu casa que tu mamá te andará buscando.

No supo qué decir, no esperaba nada, hacia tanto tiempo que no necesitaba responder con cariño, que al parecer lo había olvidado.

Entró el viejo a su casa, dejó la silla y comenzó a observar la cajita, veía todo el decorado, era una lata vieja que el niño había pintado, decía con letras chuecas:  Alcancía “don emeterio” y adentro sonaba un solitario peso.

Se olvidó de su comida, se recostó en su catre y paso el resto de su cumpleaños, observando su regalo, un poco lo giraba y luego lo hacía sonar, después sólo se reía.

Así, se quedó dormido.

sábado, 6 de marzo de 2010

Un sin sentido nutricional/Sabina

No deja de molestarme, me llama insistentemente a que quite mis cosas de su habitación, no me importa, que las aviente como lo ha hecho otras ocasiones.
Sigo sentada enfrente de la pc, pensando, masticando el último bocado de un manjar de carbohidratos. Me preocupan, pero no tienen aún el efecto de conseguir que me ocupe de ellos.
CAsi voy llegando, tome un par de tragos y siento en la cabeza el efecto cuasipoético de una velada larga y sin sentido. Es extraño, pero por ahora es sólo el sin sentido lo que me hace querer juguetear con mis dedos en el teclado.

La velada fue como comida rápida, sin ningún sentido nutricional que no sea el de llenarte de sabores efímeros que te apaciguan el hambre, pero no te dejan nada bueno, nada para después, nada aprovechable.
Espero que en otra ocasión la gente lleve porciones perfectas de alimentación que nutra el alma.

Un sinsentido nutricional / RubberCherry

Todos los días es lo mismo. Desde que me levanto Tábata empieza a pedirme comida. Maulla con intensidad, buscándome la mirada desde su cortísima estatura, con esos ojos que tanto se parecen a los míos. Ñaaaa, ñaaaaa, y me saca de quicio.

Todas las mañanas le explico que tiene que esperar hasta la noche. Ñaaaa, ñaaaaa.

Vuelvo del trabajo por las tardes y, desde que meto la llave en la cerradura, la puedo escuchar exigiendo su porción de latita. Entro, la ignoro y muchas veces me encierro en mi cuarto, dejándola afuera y pensando: "Necesito mis minutos sola, y eso incluye gatos".

Ñaaaaa, ñaaaaa, y conecto el iPod. Ñaaaa, ñaaaaa, y me meto a bañar, emputada porque no me gusta que se me impongan, que me exijan.

Hasta que un buen día lo descubrí... Tábata se ocupa de llenar sus vacíos emocionales con comida. Es tan inteligente que no pudo librarse de las afecciones humanas. Descubrí, después de varios ejercicios, que si la cargo y la acaricio por sólo unos cuantos minutos, deja de llorar tanto como si estuviera satisfecha; ronronea y entrecierra los ojos, mueve la cola con ritmo y... se calla.

Y entonces podemos estar en el mismo cuarto, en silencio, juntas.

viernes, 5 de marzo de 2010

Un sinsentido nutricional / Rox

Desde niña me decían Flaca. No sólo era mi apodo, sino que también era una manera de diferenciarme de mi hermana, quien era el orgullo de mi familia, por ser inteligente, sonriente, amable, divertida, etcétera. Mis padres también eran llenitos y cuando caminábamos los 4 por la calle, la gente me miraba con cuestionamientos. Tal vez y algún día papá vio a mamá de esa forma.

Yo me esforzaba por comer más, pero la grasa en mi cintura no se acumulaba. Eres de las afortunadas de rápido metabolismo, me dijo mi nutriólogo, cuando sorprendido le dije que quería engordar.

En la preparatoria, cuando todas mis amigas cuidaban lo que comían, yo seguía tragando mi bolsa de Fri-tos con Coca por la tarde. Cuando comencé a trabajar, era más fácil comer pizzas y tortas que andar cargando con desabridas ensaladas. Mi noble cuerpo resistía con valentía los embates de los carbohidratos y calorías.
Pero al día siguiente de cumplir los treinta años, una lonja brotó en mi abdomen y cada día hacía más difícil la imperiosa tarea de subir el cierre del pantalón. Mis pequeños pechos también se comenzaron a llenar, así como las pantorrillas que aparentaban ser un par de patas de palo.

Mi nueva forma física me gustaba mucho. Por fin, después de 15 años, el metabolismo me hacía justicia.

Dos tallas de pantalón después, mi familia se comenzó a preocupar. Me recomendaron ir a un nutriólogo, quien los calmó con un “ser talla 9 no es tan alarmante, está perfectamente sana”. Y en efecto, yo me sentía sana y feliz. Mi marido agarraba con cariño mis lonjitas y las nalgadas tan necesarias en el momento del amor se sentían mucho mejor.

Mi reflejo de cuerpo completo me seguía agradando cuando llegué a la talla 13 de pantalón. Mis casi 70 kilos se repartían con hermosura y mis enormes cachetes siempre estaban sonrojados. Por supuesto, a mi esposo no le pareció así. Comenzaron las discusiones por el “ya no comas tantas gorditas” y “siempre me dijiste que mi físico no te importaba”.

Los 7 kilos que gané en dos meses me hicieron perder al marido. 8 Kilos después del divorcio mis padres me intentaron mandar a un “rancho de dietas” por lo que también terminé perdiéndolos.

En el inter abandoné a mi psicóloga quien me aseguró que tenía una enfermedad mental. Como bulimia, pero al revés. Alegaba que ambas enfermedades tienen el mismo origen: la insatisfacción por el reflejo que el espejo te manda. Sé que tiene algo de razón, porque yo quería más.

Ahora, que rozo los 100 kilos con mi 1.60 de estatura, en el seguro social me catalogaron con obesidad mórbida. Yo digo que unos 10 kilitos más y ya. Lo prometo.

Tema de la semana: veía todo el decorado

 
Veía todo el decorado

les recuerdo que cada semana hay tema nuevo, pero cada quien es libre de tomar y postear cualquiera de los temas anteriores.(lo digo por que Rox sufre de deficit internistico...) a los demas, los esperamos pronto. :)
 

Un sinsentido nutricional /Coatl

Se escuchaba solo el viento pasar entre los asistentes. el problema era grave.


¿Ya estamos todos? Pregunto el primer Dios con voz de trueno.
Siiiiii... respondieron como infantes en coro de escuela primaria.

Afrodita, por favor, explica el caso:

El primer Dios siempre hacia que afrodita se levantará, y en parte tenia razón, si sus reuniones eran espaciadas por milenios, tenia que hacer que valiera la pena.

De inmediato inicio su discurso:
Es la tierra... la perdimos, y si seguimos asi, pronto perderemos todo ese universo, menciono con una voz hermosamente preocupada.

¿Que es lo que ha pasado chico? ¿los humano por fin explotaron sus bomba atomicá? Pregunto el viejo Orisha que se habia acercado para ver a la bella exponente.

Peor aun, respondió la elegante afrodita dirigiendo su bella y perfumada voz, Es culpa del Dios que nombraron hace veinte siglos, en un  inicio pidio lo comun: que le rezaran, ya saben, el protocolo... Pero pronto le parecio poco y empezó a pedir mas, sus ofrendas fueron aumentando, y de flores e incieso continuo con sacrificios humanos.... Al final no le importo si eran devoción o no... comia a cualquier incauto con solo pensarlo,y como el humano no puede dejar de pensar en lo que teme, siete dias bastaron para acabar con la poblacion mundial. Sintiendose solo,siguio con los animales y descubrió el sabor salado de la luna, sediento termino con los rios, y al final engordo tanto que no cupo mas en la tierra, en fin, ahora esta dando tumbos en la galaxia mordiendo asteoriodes y planetas a su antojo, Hades y Huitzilopochtli intentaron hablar con el, pero ha sido en vano....

¡Tercos!... grito  el pequeño dios grillo  para ser escuchado, mientras era sostenido por el viento suave de Ehecatl... ¡Les dije que no podiamos nombrar Dios a un hombre!

Lo sé y me arrepiento es obvio que estamos fuera de control. ahora debemos arreglarlo. 

¿Y que vamos a hacer? preguntaron todos a coro.

Lamentablemente, no hay otra opción... Amon-Ra, ve a sacrificarlo. Anubis, regresalo al reino de Hades, mientras, sembramos otra semilla en ese universo, y por todos nosotros, la próxima vez Prometeo.... piensa dos veces en tus candidatos... 
 

jueves, 4 de marzo de 2010

Un Sinsentido Nutricional / Fafahrd

Hace cosa de una semana propuse la frase "Un sinsentido nutricional" como arranque para que cada participante de éste blog escribiera. Bueno, hasta ahora todos la hemos ignorado. Nuevamente, creo que tiene que ver con la histérica cotidianeidad que devora nuestra voluntad aunque nos proporcione ideas.

Yo mismo he andado por otros lares, recordando el compromiso y la frase de cuando en cuando, buscando un abordaje original.

No sé, hace tiempo le decía a alguien que me alimento de ideas, sin embargo en realidad creo que cuando me relaciono con otras personas en realidad me alimento de emociones.

Me ocurre cuando leo un libro o veo una película. Absorbo las ideas y emociones que proyecta, las hago mías y me dejo llevar por ellas, provocándome no sólo la clásica mirada de Remi o dejar caer una lagrimilla de cuando en cuando, sino que en filmes duros y decadentes, al estilo de "Requiem por un sueño", me desbarato emocionalmente en su existencialismo brutal.

Esas películas las evito y algunos amigos, que han sido testigos de mis desbarranques cinematográficos, me advierten cuando ven una de esas para que yo pueda evitarla.

Me ocurre también con las personas, soy demasiado empático, me cuentan una historia personal y la revivo. Si es algo demasiado ajeno a mí también reacciono, aunque sea estableciendo equivalencias conmigo mismo.

Pero unas y otras experiencias me sirven para ser quien soy, para nutrir mi existencia y posteriormente los escritos y pinturas que de cuando en cuando brotan de mis manos. Definitivamente moriría de hambre si fuera mi única forma de subsistencia, pero son mi alimento aunque sea un sinsentido nutricional.

jueves, 25 de febrero de 2010

Frase de la semana: Un sinsentido nutricional


Me ganó la tentación de forzar un poco la frase de la semana. Practicamente todo éste mes las noticias han estado llenas con el tema de la nutrición y la obesidad, pero también pienso en las mil y un "dietas" o "mitos" alrededor de la comida. Sea o no que ésto nos interese, creo que será divertido ver los resultados, seguro que alguien da un giro inesperado.

PD. Tambien acabo de leer la nota de la orca de Seaworld que se comio a una entrenadora... nada personal.

Saludos
Fafahrd

martes, 23 de febrero de 2010

Espere en la linea/ coatl

 ¡Espere en la linea señor!
todomundogritabaempujabasuplicabapasaryalejarsecadavezmasdellugarsinresultadosEntreuntumultodegente
rodeadodeniñosanciESTABAYOanosseñorascivilespoliciaspordioserosricosestrellasymortalesmientrasempujabanfuertementeunoscontraotrosintentandoromperladichosavallaquelosmilitaressostenian

Los gritos se escuchaban cada vez mas fuertes nunca me habia imaginado que terminaría mi vida en una ciudad infestada de muertos vivientes. Habia sido llamado a cubrir la extraña epidemia que infestaba la ciudad de Guanajuato, claro, primero me mandaron a registrar fotografías del metro de la ciudad, como vieron que sobreviví, se les hizo fácil que el que tiene experiencia podía cubrir esto.

Yo sabia que habia problemas, los militares del reten previo a la ciudad me lo advirtieron "entras por tu gusto" me decia extrañado el primer milico que preguntaba el motivo de visita mientras decidia hacer valido el pedazo de cartulina que decia "PRENSA FOTOGRAFO". 

El atardecer inundado de rojo preparaba un telon que se continuaria por las calles esa misma noche, las primeras fotos que tome en el hospital me hicieron tomar imagenes parecidas a los registros de pacientes expuestos a bombas nucleares. unos suplicaban la muerte, mientras los otros casos mas avanzados, extrañamente se calmaban, y recogidos tranquilamente respiraban mientras guardaban calma.

Su mirada fija me mostró mas que lo que quisiera. puedo jurar que lei en sus ojos un "vas a morir" sus ojos parecian desear mi cuerpo... pero solo imagine que deseaba un intercambio entre mi salud y su estado tisico... desvíe la mirada y seguí mi camino. fotografiando sin observar mucho. no quería estar mas ahí.

Los primeros gritos desgarradores fueron frente al hotel, en la alhóndiga de granditas exactamente, a las 3:00 una nueva revolución pero ahora de enfermos que estaban aislados se levantaron contra sus cuidadores, atacando, rompiendo vidrios y lanzando a medicos y enfermeras por las calles algunos eran mordidos, otros simplemente asesinados, y de nuevo, alrededor de esta se veían cabezas decapitadas, solo que ahora rodando.

Impactado veia la insurrección, pensando que quiza no eran enfermos los que estaban ahi.... que era un grupo paramilitar capturado y lo de la epidemia habia sido un buen teatro, antes de tener la siguiente idea coherente, me despertó del trance el sonido del teléfono.

¿Donde estas? Preguntaba mi jefe, (como siempre sus preguntas estúpidas) ¡En Guanajuato! ¿Donde más? le respondi con un todo que ya no se si fue sarcastico o cagado de miedo.

¡Huye de ahi!  y en segundos me explico que le llego el reporte de emergencia sanitaria, y que pronto guanajuato iba a ser declarado zona en cuarentena.

Sali corriendo, obviamente, el hotel se encontraba vacio, nadie en la recepción, no me detuve a pensar si habia mas huespedes descuidados. y empeze a correr hacia la central de autobuses.

Pero llegaba tarde...

Los militares ya habían acordonado la zona, para mi sorpresa, no corria solo y entre un tumulto de gente rodeado de niños ESTABA YO....

¡Espere en la linea señor! mientras intentaba salir de ahi, presumiendo el gafete de prensa, que de pronto se convirtio un papel sin valor. 

Los gritos en el fondo se escuchaban mas fuertes, los "pacientes" ya no solo salían de la alhóndiga, entre las calles se apostaban contra los que corrían intentando escapar por algunas calles y los primeros disparos se escucharon, causando mas pánico y haciendo mayor fuerza en el empuje para el escape.

¡Espere en la linea señor! me gritaba, como si fuera mi culpa ser empujado por cientos de gente con el mismo panico. 

¡Espere en la linea señor! fue el ultimo grito que escuche.... y entendi. de repente, todo se puso en blanco, una mordida en mi espalda me hizo voltear, una niña con los ojos rojos se prendia de mis hombros y con un golpe seco pude alejarla. 

Ahora estoy yo, sin control de mi cuerpo, sintiendo como desea carne... como desea comer... como deseaaaa....

Espere en la línea / spider

- Radio Centro, buenas tardes...


- Esteee... sí... ¿Ahí es la estación "La Potranquita", verdad? quiero que me complazcan...


- Claro que sí. La comunico con Jorge. Por favor, espere en la línea...


Youfuckinidiot.


Esa frase vieja y trilladísima seguía causándole problemas a Lucas. "¿Me complaces?" El único que parecía darse cuenta era Sergio, el del programa de las bromas pesadas de la hora de la comida. Ese que albureaba tanto a la gente que Lucas todavía se preguntaba como es que tanto estúpido llamaba complacido para ver cuestionada su masculinidad. Pero Jorge era diferente, les contestaba coqueto, encantado, y las mujeres quedaban tan contentas que volvían a llamarle aunque no hubieran programado la cumbia de su preferencia.


Jorge era más feo que una vaca vieja vista por abajo. Obeso, de facciones parecidas a las de la popular cabeza olmeca, y una piel de color irregular, con una que otra marca de acné o varicela. Tenía además la sangre por demás pesada. Pero tenía algo que encantaba a todos: su voz. Día tras día, mujeres cuya edad iba de la adolescencia temprana hasta bien entrada la tercera edad, se hacían ilusiones de que a base de llamadas y perseverancia, se convertían en sus amigas. Y Jorge las olvidaba a todas, tan pronto como cruzaba la puerta del estudio para irse, seguro a otra de esas pedas donde todos los locutores se dedicaban a incrementar el porcentaje de alcohol en su sangre y a crear nuevos chistes locales.


La verdad sea dicha, Lucas envidiaba a Jorge por una simple razón: tenía un trabajo que no se merecía. Si bien ningún locutor de la estación cobraba un sueldo excesivo, sí era una paga bastante cuantiosa por sentarse un par de horas y decir una sarta de pendejadas. El sueño de Lucas (o Luke, como se llamaba a sí mismo en las fantasías en las que se sentaba con un micrófono delante, listo para empezar a parlotear al encenderse la señal de "al aire"), era tener su propio programa en el que hablara y transmitiera su música preferida: rock y metal. No había un solo programa de metal en la estación. Lo que vendía, como escuchaba numerosas veces, eran las cumbias. Pero esto no le impedía envidiar a Jorge, desde su santuario personal del tedio, ese escritorio donde contestaba llamadas por un sueldo miserable. Odiaba a Jorge. Lo odiaba.


Si todas ellas supieran lo feo que Jorge era, pensaba Lucas, quizá se dieran cuenta lo estúpidas que eran, y dejaría de ser el número uno. Pero aquello era poco probable, ya que Jorge nunca iba a los eventos masivos. Tenía que haber alguna forma, y Lucas tenía que encontrarla...


Y una mañana, al bajarse del camión con su camiseta de Anthrax empapada de sudor, la inspiración llegó. Facebook. MySpace. Las redes sociales. Sería facilísimo crearle un perfil en cada una, o mejor aún, un supuesto club de fans, y subir las fotos de Jorge que estaban en el archivo. Podía agregar un montón de gente, funcionaría mejor si copiaba los nombres de las que llamaban, y las buscaba. Muchas seguro ni tenían Internet. Pero algunas podían utilizar las redes sociales, y estas pocas se asegurarían de transmitir su desilusión a las demás.


La "operación" tomó semanas. Nombre tras nombre, Lucas se hizo de una pequeña base de datos de futuras desilusionadas de Jorge. Y cuando por fin, encerrado en una cabina individual de cybercafé, presionó el botón de "subir", para incluir la fotografía de Jorge en el primer "club de fans", sintió una oleada de triunfo. "Eres pura mierda, Jorge," pensó. "Y además, lo pareces. Espera a que todas se den cuenta".


No pasaron muchos días hasta que Jorge llegó de pésimo humor a la cabina de radio. Lucas sospechaba que los "clubs de fans" con su foto eran el motivo. Y lo constató, tragando saliva, cuando Jorge, el ególatra ídolo de triplay, se le acercó a pedirle consejo sobre formas de pedir que eliminaran sus datos de una red social.


- Creo que no se puede... voy a preguntar...


Y sintió una punzada de culpabilidad cuando Jorge le palmeó un hombro, y se alejó, agradecido. Y cuando hizo el teatro de estar averiguando, Jorge hasta comenzó a tratarlo como algo parecido a un amigo, y lo sorprendió invitándolo a una de las pedas en la casa de Sergio.


Lucas odiaba admitirlo, pero se la pasó bien en la peda. Y a pesar de sí mismo, y de su sobreviviente envidia, pensó que comenzaba a caerle bien Jorge. Y hasta, quién sabe por qué, le dijo que a lo mejor hasta le convenía lo del club de fans, "para hacerse publicidad".


- Eh Luke...! - lo saludó Jorge un día. - Wey, eres un pinche genio!


Lucas lo miró con la interrogación reflejada en el rostro.


- Tenías razón wey! Los de la estación están encantados! Mil fans en cuatro días! Quieren organizar un chat para las chavas. De veras, Luke, que no se qué haríamos sin ti. Sabes un chingo. Deberías de trabajar con los de Merca. Les voy a proponer...


La proposición de Jorge fue rechazada. Pero el chat fue aceptado, y resultó un éxito. La popularidad de Jorge crecía más que nunca, y, aunque sólo Lucas lo sabía, se la debía a él.


- ¿Sabes una cosa, wey? Nunca le he dicho esto a nadie. Yo no quería poner mi foto en ninguna parte, ni ir a los eventos, porque me sentía feo. Pero el día que me dijiste lo de que me servía de publicidad, pensé que tenía un problema. Ya sabes, wey, la autoestima. N'ombre wey, hice mucha introspección ese fin. Pero tenías razón. Me di cuenta que lo importante es que nos aceptemos a nosotros mismos. Eres con madre wey. Les voy a decir que te suban el sueldo.


Esa proposición también fue rechazada, a pesar de que el trabajo se incrementó conforme aumentaba la popularidad de Jorge. Y el colmo, la gran sorpresa, se la llevó ese fin de semana.


- Wey, a que no sabes. Estuve pensando en ideas, y se las comenté a los dueños, y además de mi programa, voy a tener dos veces por semana un programilla de superación, acá con música y pensamientos chingones. Mi vida está cambiando mucho, wey, y estoy aprendiendo un chingo. Gracias por todo wey. Bueno, te dejo. Ya me voy a meter, oye, porque en tres minutos entro al aire. No se te olvide que el sábado hay peda en la casa del Checo. Gracias, wey, "de veritas". Oye, está sonando la línea uno. Bye wey.


- Radio Centro, buenas tardes...


- Hola! Sí, este, llamo para felicitar a Jorge por su programa nuevo, el de "Momentos Especiales" Qué chido! ¿Me lo comunicas, "porfis"?


- Claro que sí. La comunico con Jorge. Por favor, espere en la línea...