martes, 15 de diciembre de 2009

Su mirada fija / Fafahrd

Remolonée entre los aromas de sus sábanas, mientras ella se bañaba. No entendía esa costumbre tan suya, la primera vez que me pidió usar la regadera en mi casa pensé que me invitaba... pero exigió que la esperara en cama. "No te bañes tú, quiero ser como esos cartoncitos en que ponen muestras de perfume, pero eres tú, nosotros, lo que quiero absorber, para recordarte más al rato", me dijo una vez y la complací desde entonces. Ella también me complace.

Nunca había entrado a su habitación, era toda ella, pero con un aire como si tuviera diez años menos. Tonos pastel claros, sin ser empalagosos, cien detalles de sueños tiernos y románticos en los entrepaños de un mueble... aunque desentonaba, con descaro, un dildo. Sus detalles de niña y mujer se alternaban, como un estante con algunas novelas de autoras latinoamericanas, entre grandes libros infantiles de cuentos de hadas y un kamasutra ilustrado

El gran espejo de la cómoda, frente a la cama, era desproporcionadamente grande, primero me extrañó, luego comprendí y me sacó una sonrisa maliciosa. Ella quizó que hoy fuera yo el invitado, que me tenia una sorpresa de aniversario. El agua dejó de correr.

Descubrí mis límites en su mirada fija, me calaba en la nuca, la espalda o incluso a través de mi amante. Al principio la ignoré, pero luego no pude dejar de notarla, aunque besara, acariciara o mordiera mis ojos la veían sentada observándonos con sus enormes ojos claros, a juego con su pequeño vestido. Trate de centrarme en el juego de placer, en el toma y daca, pero mi mente se iba a la invasora en la silla del rincón.

"¿Ya?", "No, aun no ¿Y tu?", "Ya sabes que sí ¿No fui elocuente?, pero si sigo me lastimaré", "Descansemos un rato, no es maratón", "¿Seguro? No quiero dejarte constipado", "No te preocupes, ya me compensarás", "Tengo que entrar al baño, ¿Me traes una cerveza? Están en el refri", "Ok".

Se medio cubrió con una blusa camino del baño, no supe si era pudor o incitación. Cerró la puerta y automáticamente miré a la silla, mis ojos se encontraron con su mirada fija. Me levanté y me acerqué a ella como retándola, a ella y al resto de las muñecas. La cubrí con mi camisa y fuí por las cervezas complacido.

"¿Estas bien?", "Mmmh, sí, ¿Por que?", "Te siento como ido", "Mmmh, ...eres tu que me haces delirar"... Y la mirada fija de ése oso en el estante de arriba, que ya no soporto.

4 comentarios:

  1. Quedó buenazo, y el final, la frase del oso me hizo reir bastante!

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  2. Jajajaja!!! Thanx mi buen :D
    Al resto de la banda, el buen Tonchi y otros amigos traen un proyecto de historia bastante divertido y algo delirante en ésta dirección: http://historia.uno0uno.net/

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  3. Jaaa Sin comentarios! personaje, escenario, el excelente ambiente, como siempre, perfectos. y si, el final genial! jaaaa se me fue rapidisimo. :) Gracias Rafa, :)

    Saludos al tonchi, si es banda de Rafa, seguro es chido, ahorita topamos el proyecto. :)

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  4. Thanx mi buen :) y Tonchi, más que banda mía tiene la suya propia de la que soy parte en algunos campos, filial en otros y rival en pocos más (jejejeje)... además de buenos compas de chelas :D

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