lunes, 12 de octubre de 2009

Me despertó el sonido del teléfono, me levanté a tientas / Fafahrd

Me despertó el sonido del teléfono, me levanté a tientas, el chisme no estaba cerca. Me levanté en automático, impelido a contestar, tres pasos más tarde me alcanzó mi vida.

Ves la recámara desde la esquina superior izquierda. Hay una cama amplia cubierta con un edredón azul, un tipo desparramado en ella, vestido con ropa de calle. Alrededor de la cama hay ropa tirada y alkgunos pares de zapatos. En el buró una lámpara, un libro, un cenicero usado. El hombre se levanta de golpe.

Primero sentí un mareo, extendí una mano buscando apoyo, encontré la cortina, la sujeté, caí. Mi cerebro estaba en funciones básicas, gritaba con cada timbrazo del teléfono. La vista medio enfocó mi cuarto a través de un resquicio en la oscuridad, ví ropa tirada, ví algo de suelo, al fondo mi puff. Estaba en el piso, mi mente chilló de nuevo.

Se detiene tambaleante, se sujeta a la cortina, ésta se desprende de la pared y lo atrapa como a un primitivo, Cae al suelo, el teléfono aún timbra, no se mueve más.

Me despertó el sonido del teléfono, me levanté a tientas quitándome la colcha de encima, ví que era la cortina. Me tambalée en dirección a los timbres, mas allá de la puerta. Estaba cerrada, quise tomar la manija, no estaba. Bajé la vista y ahí estaba el pomo, dibujado en la puerta dibujada en la pared.

Choca contra el muro tratando de salir, golpea la pared con los puños, la patea, la escupe. Cae al piso, se acerca a gatas y la examina atentamente, palpándola con la yema de los dedos. Una de las manos sangra.

Era sólo un dibujo, no había puerta ya, sólo un dibujo… “¿Qué jodidos bebí anoche?”, pensé. Miré la ventana sin cortina, parecía una acuarela, probablemente lo fuera. Examiné el cuarto, definitivamente era el mío, ahí estaba la ropa de los últimos días, tirada como acostumbra. Sonó el timbre del teléfono ahora lo escuché venir de mi bolsillo.

-¿Hola?

- Buenos días señor, hablo para notificarle de su muerte. Por favor permanezca en su lugar, alguien le atenderá en los próximos siglos. Gracias por su comprensión. –Dices-.

6 comentarios:

  1. A veces la vida se siente como la muerte no? Como pasar siglos en un cuarto del que uno no puede salir y no carajos recuerda cómo entró. Ufff...

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  2. No se, en realidad para mi no hay tanta diferencia entre vida y muerte, pero ciertamente ambas pueden desesperar, así como aburrir... jejejeje.

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  3. jajaj buenisismo, solo falta que nos den promociones Karmicas, o las ofertas de futuras reencarnaciones... maldita burocracia...

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  4. ¿Que de eso no se encarga el New Age? "Con su donativo a nuestra ONG se le entregará un certificado de puntos de Karma, recuerde que con más de mil puede reencarnar en humano nuevamente, pero necesita más de cinco mil para no reencarnar en un anillo de miseria".

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  5. Jajajajaja. Broder. Estoy segura de que a mí para nada me darían un trato de cinco estrellas. Es más, hasta dudo que me pongan en mi propio cuarto. Seguro me pondrían en la oficinaaaaaaaa. Putos.

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  6. No te subestimes chica bella, capaz que tienes palancas... jajajajaja

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