Su sombra se proyectaba sobre la pared blanca.
Primero era una mano saludando, y de pronto se transformo en un perro, un ave, un indio, un conejo.
La sombra era ahora un juguete misterioso.
Creando, jugando, el pequeño se convirtió en demiurgo de un nuevo mundo, su sombra ya no era un ente prisionero,si no materia prima de nuevas formas.
Explorando, entre las sombras encontró su poder creativo.
Wow, la grandeza de lo sencillo!!!
ResponderEliminarPROFUNDO...
Coincido, muy buena interpretación de la frase inicial!!!
ResponderEliminarLuv it.
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